Lea creyó que su destino era desposar a Esau, pero sus lágrimas cambiaron su destino. “Las puertas de las lágrimas (al cielo) nunca están cerradas”(Harav Itzjak Ginsburgh shlita)
Leah thought that her destiny was to marry Esau, but her tears changed her destiny. "The gates of tears (to heaven) are never locked"
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