Harav Yitzchak Ginsburgh

domingo, 5 de junio de 2011

Sexo y Política

“No des tu vigor [es decir, tu semilla] a las mujeres, ni tus caminos a lo que destruye a los reyes” ("אַל תִּתֵּן לַנָּשִׁים חֵילֶךָ וּדְרָכֶיךָ לַמְחוֹת מְלָכִין"). Esta es la fuente bíblica para la relación entre el sexo y la política.
Maimónides cita este versículo (del último capítulo de Proverbios, la ética del Rey Shlomó, el más sabio de los hombres; en este versículo en particular, habla de su propia experiencia personal, donde resuena la exhortación que le dio su madre en su juventud) enseñando que uno debe ser moderado (no demasiado indulgente) en el sexo, si es que quiere vivir una vida sana. Cita el versículo completo (para el tema en cuestión habría sido suficiente citar el principio del verso solamente), sin explicar la relación de la primera parte con la segunda.
De este verso surgiría que el deseo sexual y el deseo por el poder político –para destruir y derrocar reyes con el fin de usurpar su posición y poder (o quizá con el fin de promover la anarquía, para convertirse en una figura destacada en un movimiento anarquista) - van de la mano.
Al parecer, nuestra generación no es la única donde las figuras políticas se ven envueltas en escándalos sexuales.
De la sintaxis del verso (y el hecho de que Maimónides cita el final del verso sin explicar su relación con el principio), está claro que todo (es decir, la política) se inicia con y deriva de la libido, el impulso sexual. Cuanto mayor es la libido, mayor es el impulso para entrar y tomar el control en la arena política.
En un plano más espiritual (entendiendo la segunda mitad del verso como totalmente dependiente de la primera mitad), demasiado sexo destruirá, a la larga, su potencial de liderazgo.
Pero en un plano espiritual más profundo (entendiendo la segunda mitad del versículo como una rectificación de la primera mitad -en el original, la palabra hebrea “ni” y las palabras “lo que” no aparecen en el texto, por lo que el versículo puede leerse como: “No des tu vigor a las mujeres, y tus camino a destruir reyes”, aludiendo a que “la manera de destruir a los reyes” es lo que hay que hacer si has dado tu vigor, demasiado de tu semilla, a las mujeres), si caes en demasiado sexo en tu vida (ya sea en la forma de auto-abuso o abuso a los demás), no te desesperes -involúcrate totalmente en el derrocamiento del sistema político contemporáneo, corrupto y anti-Torá. Esa es la manera de reparar el daño que te has hecho a ti mismo y a otros por mal uso de tu deseo sexual. En la Cabalá se nos enseña que la rectificación debe venir del mismo impulso psicológico que produjo el daño.
Por lo tanto, rectifica el sexo con la política.

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