En Sucot, La Fiesta de las Cabañas, representantes de las 70 naciones no judíos peregrinan al Templo en Jerusalem.
Durante Sucot son sacrificados 70 toros en el Templo en beneficio de las setenta naciones del mundo.
El primer día son sacrificados 13 toro, en el segundo 12, etc. El séptimo y último día de Sucot se sacrifican 7 toros, 70 en total.
Cada día de Sucot trae un nuevo sacrificio y una nueva razón para alabar a Dios.
EL Rey Shlomó celebró la dedicación del Templo en Sucot, describió cómo el éxodo de Egipto alcanzó su objetivo final.
El Rey Shlomó también señaló el siguiente objetivo: “Para quetodas las naciones del mundosepan que Havaiá es Dios, y no hay otro”.
El número decreciente de toros representa nuestro deseo de reducir la hostilidad y la oposición hacia el pueblo judío.
En Rosh Hashaná todo el mundo es juzgado, entonces no hay diferencia entre judíos y no judíos, u otras criaturas.
Al enfrentarse al juicio de Dios, todos los hombres son, por cierto, iguales.
En Rosh Hashaná, cuando la creación del mundo es reconsiderado y renovado, la elección de Israel también es reconsiderada y renovada.
En el mes de Nisán la elección de Israel la elección íntima de los amantes, una elección que ningún extraño puede concebir.
En Rosh Hashaná Dios examina el mundo para ver quién está haciendo avanzar su objetivo de regir el mundo entero.
En Rosh Hashaná el pueblo judío se para en la sinagoga proclamando la monarquía de Dios y coronándolo con el sonido del shofar.
El centro del juicio en Rosh Hashaná es que Dios reelige al pueblo judío que ha reconocido Su monarquía sobre el mundo.
Aquí los judíos sobresalen en contraste con su semejanza superficial con las naciones del mundo.
Durante los Días Tremendos, la elección todavía está oculta, en Sucot es revelada a través de nuestra propia aspiración de regocijarnos con las naciones del mundo.
El verdadero temor a Dios lleva a la humildad. La alegría es siempre un sentimiento de sustancia, siempre se relaciona a un logro o una nueva adquisición.
La alegría en Sucot que sigue al temor de los Días Tremendos equilibra nuestra auto confianza y recuperamos nuestra habilidad de decir lo que pensamos.
Siempre que estemos en un estado de temor y humildad, no despertamos oposición. Las naciones no judías concuerdan en que “la humildad es atractiva”.
Nuestra alegría sólo puede ser completa cuando se subyuga la oposición a que estemos erguidos, entonces los no judíos también se regocijarán en el Templo.
El regocijo en la festividad de Sucot sólo puede ser completo si incluimos a las 70 naciones en nuestro regocijo.
Una vez que los no judíos nos bendicen y contestamos “amen”! a su bendición, se puede formar una completa unión, y con ella una alabanza completa de Dios.
Sucot es un tiempo propicio para reunirnos con aquellos fuera del judaísmo en la creencia de que se puede lograr una paz internacional.
“Alaben a Dios, todas las naciones, exáltenLo todos los pueblos, porque Su bondad nos ha abrumado y la verdad de Dios es eterna, Haleluiá!”
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