Harav Yitzchak Ginsburgh

jueves, 10 de marzo de 2011

LOS CIELOS Y LA TIERRA: EL INFINITO Y LO FINITO

"En el principio Dios creó los cielos y la tierra",
la experiencia de lo infinito y la experiencia de lo finito.
El hombre fue creado erecto, camina sobre en piernas. Caminando por la vida puede mirar a los cielos y percibir lo infinito, ó mirar hacia abajo a la tierra y experimentar lo finito. Se yergue en la tierra. Él es parte de lo finito.
Al caminar, las manos hacia abajo se mueven hacia delante y atrás a nuestros costados. Pero de repente uno se detiene para maravillarse de la infinitud de los cielos. "Levántate y contempla las maravillas de Dios." Las manos se elevan espontáneamente en oración al Todopoderoso, el creador de los cielos y la tierra.
"Los cielos son los cielos de Dios, y la tierra la ha dado a los hombres." ¿Por qué repite "los cielos son los cielos"? El segundo "cielos" se interpreta como "asombro". Parados con asombro ante la experiencia de la infinitud de los cielos de Dios, proyectamos ese sentimiento de asombro a nuestras experiencias finitas en la tierra.