Harav Yitzchak Ginsburgh

martes, 15 de marzo de 2011

EL LENGUAJE DE LA CREACIÓN

La Torá tiene un cuerpo y un alma, ley y misterio.
Ambos derivan de una misma fuente común: el lenguaje Hebreo.
El primer texto de Cabalá es el primer texto de gramática hebrea, el Libro de la Formación. Las miríadas de leyes de la Torá Oral son el producto del intenso y detallado análisis de la sintaxis del texto hebreo de la Biblia.
El primer paso hacia el conocimiento de la Torá es dominar el hebreo. El hebreo es la Lengua Sagrada, el lenguaje de la Creación. El nombre hebreo de una entidad es su fuerza de vida, su ser siendo continuamente recreado por el poder de su nombre. Así como la Torá comienza con el relato de la creación, el estudio de la Torá debe comenzar con el dominio del lenguaje de la creación.
La Torá comienza “En el principio Dios creó los cielos y la tierra”. La primera cosa que Dios creó fueron los cielos. La palabra “cielos” (שמים, shamaim) comienza con la letra shin (ש) seguida por la palabra “agua” (מים, maim). Has tres formas de leer la shin (las letras individuales representan a una palabra simple cuya primera consonante es esa letra) seguida por agua: “allí hay agua” (שם מים, sham maim, los cielos están llenos de agua), “eleva agua” (שא מים, sa maim, los cielos contienen agua [elevada]), “fuego [y] agua” (אש מים, esh maim, los cielos unen los dos opuestos fuego y agua). Todas estas lecturas (dichas por los sabios) son verdad y existen simultáneamente.
De acuerdo a estas tres lecturas, “agua” precede a “cielos”, porque cielos está definido como algo relacionado con el agua. Pero en hebreo, el agua misma no es más que la letra mem (מ, la 13ra letra del alfabeto hebreo) escrita en forma completa (מים, maim, dos mem con una iud en el medio, una hermosa alusión a la fórmula del agua, HOH, H2O). Entonces observamos un proceso creativo de tres etapas, desde la mem de agua a los cielos: מ-מים-שמים.
En numeración reducida, la mem = 4, agua = 9, cielos = 12. Juntas, las tres etapas suman 25 = 52.
4, 9, 12 comienza una serie cuadrática simétrica (calculada tomando las diferencias finitas), cuyos valores positivos son: 4, 9, 12, 13, 12, 9, 4, que en total suman 63 = 7 veces 9, “agua” (en numeración reducida), el valor promedio de los 7 números. El vértice de la serie, 13, es el valor ordinal de la letra mem. El promedio de los valores inspiracionales (מספרי השראה, misparei hashraá) de los 7 números es 169 = 132.
Esto es un ejemplo de un análisis/meditación elemental de una palabra en la Torá.