Uno de nuestros principios básicos de fe en Dios, en las palabras de Maimónides:
“Él no es un cuerpo ni un poder en un cuerpo”.
Dios es a la vez omnipresente y omnipotente. Explica Maimónides que si Él fuera corporal (“un cuerpo”) no podría ser omnipresente (en los cielos arriba y en la tierra abajo simultánea y uniformemente), y si fuera un poder investido en la materialidad (“un poder en un cuerpo”) no podría ser omnipotente (porque Su cuerpo limitaría Su poder).
Un cuerpo es una definición. Dios no puede ser definido y por eso no posee cuerpo. Todos los seres creados pueden ser definidos, todos poseen cuerpos, ya sean físicos o espirituales.
La Biblia habla de Dios como un ser absolutamente “diferente” de todo lo demás en la creación. Si tuviera un cuerpo, por lo menos a ese respecto, sería como todas las demás cosas.
La guematria de “Él no es un cuerpo” (אינו גוף, eino guf) es 156 (6 veces 26, el Nombre esencial de Dios), la misma guematria de la segunda parte de la frase, “y no un poder en un cuerpo” (ולא כח בגוף, velo coaj baguf)! Entonces, la frase entera = 312 = 12 veces 26, Havaiá. Las 4 letras del Tetragramaton, Havaiá, se permutan de 12 formas diferentes (correspondiendo a las almas-raíces de las 12 tribus de Israel y a los 12 meses del año, etc.)
¡La 12 permutaciones del Nombre esencial de Dios, Havaiá proclaman: “Él no es un cuerpo ni es un poder en un cuerpo”!!
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